A Federico García Lorca
Las barcas de dos en dos,
como sandalias del viento
puestas a secar al sol.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
Sobre la arena tendido
como despojo del mar
se encuentra un niño dormido.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
Y más allá, pescadores
tirando de las maromas
amarillas y salobres.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
Inés Fonseca
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizstyea10NGx8MGUW0PdQ7HpNVMArvrJrZTJ9IHldmIaUvtYWyjn4nY3ZNVUSPfZhVVTM8qq-oHhA4EKTn9fC7PO_aSY2DkF0fFdzSsxXXtHPkUn9YuXgTUbnzStOPY8NQUfJj/s1600/pdf4.png)
como sandalias del viento
puestas a secar al sol.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
Sobre la arena tendido
como despojo del mar
se encuentra un niño dormido.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
Y más allá, pescadores
tirando de las maromas
amarillas y salobres.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
Manuel Altolaguirre
Inés Fonseca
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizstyea10NGx8MGUW0PdQ7HpNVMArvrJrZTJ9IHldmIaUvtYWyjn4nY3ZNVUSPfZhVVTM8qq-oHhA4EKTn9fC7PO_aSY2DkF0fFdzSsxXXtHPkUn9YuXgTUbnzStOPY8NQUfJj/s1600/pdf4.png)
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