¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera!
(Yo, muriendo).
Y de que modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril.
¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
(No soy tanto)
En cambio, ¡Qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!
¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera!
(Yo, muriendo).
Nicolás Guillén
Pablo Milanés
Ana Belén y Pablo Milanés
Sonora Ponceña