lunes, marzo 20, 2023

Cantares



Es la flor de mi cariño
una flor tan delicada
que se marchita y se seca
cuando dejan de cuidarla.

*

Amar es gloria o infierno,
es tormento o paraíso,
si se adora a un alma noble
o se quiere a un ser indigno.

*

Que feliz será la carta
donde fijes tus miradas
si ves que tiembla en tu mano
es que la mueve mi alma.

*

Tanto te he llegado a amar
que el amor que por ti siento
creo oirlo palpitar
en el susurro del viento
y en el murmullo del mar.

*

Como la rosa a la espina
y como el arroyo al fango,
cubre todos mis pesares
la sonrisa de mis labios.

*

En medio de mi amargura
yo siento un placer profundo,
el placer que tiene el alma
que se desprende del mundo.

*

Dos almas hermanas pueden
en su carrera encontrarse
temprano para entenderse
y tarde para juntarse.

Carmen de Burgos


Acceso al poemario completo en la web.

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viernes, marzo 17, 2023

Los dados eternos



Para Manuel González Prada,
esta emoción bravía y selecta,
una de las que, con más entusiasmo,
me ha aplaudido el gran maestro.


Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!

Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!

Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado.
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.

Dios mío, y esta noche sorda, obscura,
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.

César Vallejo


Moncho Otero


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jueves, marzo 16, 2023

Evocación



Aquel café de barrio, destartalado y frío,
testigo silencioso de nuestras confidencias,
extremo de rigores, conjunto de inclemencias,
que sólo caldeaban tu corazón y el mío.

Viejo café de barrio, adonde yo acudía,
donde tú me esperabas con el alma impaciente,
y cada vez, al verme, coronaba tu frente
con un halo de luz la fugaz alegría.

Con nostálgico afán en vano te he buscado
queriendo en tus vestigios revivir un pasado
que inexorablemente para mí se ha perdido.

Nadie de ti sabía, todo estaba cambiado:
tus muros, tu recinto, la sombra de Machado
como un jirón de niebla han desaparecido.

Pilar de Valderrama


Juan Valderrama


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miércoles, marzo 15, 2023

Amor

Dolores Catarineu

¡Cómo quise tu boca,
granada abierta,
que en las noches
de estío de amor
me llena!

¡Cómo lloran las sombras
de las veredas,
qué cauces más amargos
dejan!

En fragmentos la luna
se mete en las ventanas
entreabiertas,
y manos de fulgores
las cierran.

En las praderas bailan
blancas estrellas.
¡Cómo quiero tu boca
cuando te alejas!

Dolores Catarineu

Sheila Blanco

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martes, marzo 14, 2023

Quisiera tener varias sonrisas de recambio



Quisiera tener varias sonrisas de recambio
y un vasto repertorio de modos de expresarme.
O bien con la palabra, o bien con la manera,
buscar el hábil gesto que pudiera escudarme...

Y al igual que en el gesto buscar en la mentira
diferentes disfraces, bien vestir el engaño;
y poder, sin conciencia, ir haciendo a las gentes,
con sutil maniobra, la caricia del daño.

Yo quisiera ¡y no puedo! ser como son los otros,
los que pueblan el mundo y se llaman humanos:
siempre el beso en el labio, ocultando los hechos
y al final... el lavarse tan tranquilos las manos.

Concha Méndez


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lunes, marzo 13, 2023

Veremos a ver si nazco



(Fragmento de la carta dirigida por F.G.L. al guitarrista Regino Saínz de la Maza)

...
Ahora he descubierto una cosa terrible (no se lo digas a nadie). Yo no he nacido todavía. El otro día observaba atentamente mi pasado (estaba sentado en la poltrona de mi abuelo) y ninguna de las horas muertas me pertenecía porque no era Yo el que las había vivido, ni las horas de amor, ni las horas de odio, ni las horas de inspiración. Había mil Federicos Garcías Lorcas, tendidos en el desván del tiempo; y en el almacén del porvenir, contemplé otros mil Federicos Garcías Lorcas muy planchaditos, unos sobre otros, esperando que los llenasen de gas para volar sin dirección. Fue este momento un momento terrible de miedo, mi mamá Doña Muerte me había dado la llave del tiempo, y por un instante lo comprendí todo. Yo vivo en prestado, lo que tengo dentro no es mío, veremos a ver si nazco...

Federico García Lorca


Miguel Poveda

domingo, marzo 12, 2023

Vals en las ramas



Cayó una hoja
y dos
y tres.
Por la luna nadaba un pez.
El agua duerme una hora
y el mar blanco duerme cien.
La dama
estaba muerta en la rama.
La monja
cantaba dentro de la toronja.
La niña
iba por el pino a la piña.
Y el pino
buscaba la plumilla del trino.
Pero el ruiseñor
lloraba sus heridas alrededor.
Y yo también
porque cayó una hoja
y dos
y tres.
Y una cabeza de cristal
y un violín de papel
y la nieve podría con el mundo
si la nieve durmiera un mes,
y las ramas luchaban con el mundo
una a una,
dos a dos,
y tres a tres.
¡Oh duro marfil de carnes invisibles!
¡Oh golfo sin hormigas del amanecer!
Con el muuu de las ramas,
con el ay de las damas,
con el croo de las ranas,
y el gloo amarillo de la miel.
Llegará un torso de sombra
coronado de laurel.
Será el cielo para el viento
duro como una pared
y las ramas desgajadas
se irán bailando con él.
Una a una
alrededor de la luna,
dos a dos
alrededor del sol,
y tres a tres
para que los marfiles se duerman bien.
Federico García Lorca


Atilio y los Alimonados

Antonio Portanet

Compañía de Rafael Amargo


sábado, marzo 11, 2023

Aunque el tiempo me borre de vosotros



Aunque el tiempo me borre de vosotros
mi juventud dará la muerte al tiempo.

Y entonces, sin hablarme, sin hablarnos,
qué claramente nos comprenderemos,
y qué hermoso vivir entre vosotros
soñando vuestros sueños.

Pasaréis ante el árbol, en el río
mojaréis vuestro cuerpo
y os colmará una vieja y honda gracia,
un remoto misterio,

como si el árbol o como si el agua,
flotasen antes en vuestro recuerdo,
como si alguien hubiese antes vivido
la vida que lleváis en vuestros cuerpos.

Así compartiremos nuestros mundos
en el fondo de vuestros pensamientos.

José Hierro


Inés Fonseca


viernes, marzo 10, 2023

Life vest under your seat



A Dionisio y José Olivio 
Señores pasajeros buenas tardes
y Nueva York al fondo todavía,
delicadas las torres de Manhattan
con la luz sumergida de una muchacha triste,
buenas tardes señores pasajeros,
mantendremos en vuelo doce mil pies de altura,
altos como su cuerpo en el pasillo
de la Universidad, una pregunta,
podría repetirme el título del libro,
cumpliendo normas internacionales,
las cuatro ventanillas de emergencia,
pero habrá que cenar, tal vez alguna copa,
casi vivir sin vínculo y sin límites,
modos de ver la noche y estar en los cristales
del alba, regresando,
y muchas otras noches regresando
bajo edificios de temblor acuático,
a una velocidad de novecientos
kilómetros, te dije
que nunca resistí las despedidas,
al aeropuerto no,
prefiero tu recuerdo por mi casa,
apoyado en el piano del Bar Andalucía,
bajo el cielo violeta
de los amaneceres de Manhattan,
igual que dos desnudos en penumbra
con Nueva York al fondo, todavía
al aeropuerto no,
rogamos hagan uso
del cinturón, no fumen
hasta que despeguemos,
cuiden que estén derechos los respaldos,
me tienes que llamar, de sus asientos.

Luis García Montero


Luis García Montero

Moncho Otero


jueves, marzo 09, 2023

Playa




A Federico García Lorca

Las barcas de dos en dos,
como sandalias del viento
puestas a secar al sol.

Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.

Sobre la arena tendido
como despojo del mar
se encuentra un niño dormido.

Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.

Y más allá, pescadores
tirando de las maromas
amarillas y salobres.

Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.

Manuel Altolaguirre


Inés Fonseca


miércoles, marzo 08, 2023

En la tierra de nadie



En la tierra de nadie, sobre el polvo
que pisan los que van y los que vienen,
he plantado mi tienda sin amparo
y contemplo si van como si vuelven.

Unos dicen que soy de los que van,
aunque estoy descansando del camino.
Otros “saben” que vuelvo, aunque me calle;
y mi ruta más cierta yo no digo.

Intenté demostrar que a donde voy
es a mí, sólo a mí, para tenerme.
Y sonríen al oír, porque ellos todos
son la gente que va, pero que vuelve.

Escuchadme una vez: ya no me importan
los caminos de aquí, que tanto valen.
Porque anduve una vez, ya me he parado
para ahincarme en la tierra que es de nadie.

Carmen Conde


Sheila Blanco




martes, marzo 07, 2023

Contigo

Concha Méndez

Contigo por la llanura,
contigo al alba dormida,
contigo por la espesura
de alguna selva perdida.

Donde me pidas iré.
Contigo a la mar, al viento,
a la más alta montaña,
en el más solo aislamiento;
o a las arenas estériles
del más lejano desierto.

¡Dónde me pidas iré!

Concha Méndez


Moncho Otero y Rafa Mora


lunes, marzo 06, 2023

Los hombres no supieron



Los hombres no supieron
que hubo hombres que escribieron para ellos.
—y esto es feo—.
Ni siquiera el Alcalde de Berceo
ha leído de Berceo.
No engañaros.
Ningún pobre de América del Norte,
ningún minero
ha leído a Walt Whitman.
Ningún compañero,
ningún campesino,
ningún obrero,
ha leído a Blas de Otero.
¡Neruda! Los esclavos de Chile
no se saben tus versos.
Y los inditos peruanos hambrientos,
no saben quién fue César Vallejo.

Gloria Fuertes


Moncho Otero y Rafa Mora

Gloria Fuertes


domingo, marzo 05, 2023

Tú en el alto balcón...



Tú en el alto balcón de tu silencio,
yo en la barca sin rumbo de mi daño,
los dos perdidos por igual camino,
tú esperando mi voz y yo esperando.

Esclavo tú del horizonte inútil,
encadenada yo de mi pasado.
Ni silueta de nave en tu pupila,
ni brújula y timón para mis brazos.

En pie en el alto barandal marino
tú aguardarías mi llegada en vano.
yo habría de llegar sobre la espuma
en el amanecer de un día blanco.

Pero el alto balcón de tu silencio
olvidó la señal para mi barco.
Y me perdí en la niebla de tu encuentro
–como un pájaro ciego– por los años.

Josefina de la Torre


Juan Valderrama

Juan Carmona y las hermanas Bautista (Tere y Ángela)

Prado Negro


sábado, marzo 04, 2023

Pétalos. Quiero besarte la risa

Josefina Romo Arregui

Quiero besarte la risa
y sus notas cristalinas;
colgándome de los labios
parecerán campanillas;
quiero besarte la luz
que brota de tus pupilas.
¿Cómo será fría o cálida?
¿Lo mismo que cuándo miras?
Sueño mi beso estuviera
lejos del radio en que gira
lo que es, pues yo quisiera
bajo la noche tranquila
besarte lo que ninguno
hasta hoy te besaría.

Josefina Romo Arregui


Sheila Blanco



viernes, marzo 03, 2023

Este aire



Este aire
estaba lleno de ti.
Cerré ventanas y puertas
para agotar su sustancia;
cargados de tu perfil
los ojos se me cerraban,
y las manos, de tu ausencia
vacías, se me llenaban.
Tacto se hicieron mis ojos
y silencio las palabras;
en el coral de mi sangre
la fiebre se desmayaba.

Marina Romero


Inés Fonseca


jueves, marzo 02, 2023

Un largo lagarto verde



Por el Mar de las Antillas
(que también Caribe llaman)
batida por olas duras
y ornada de espumas blandas,
bajo el sol que la persigue
y el viento que la rechaza,
cantando a lágrima viva
navega Cuba en su mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y agua.

Alta corona de azúcar
le tejen agudas cañas;
no por coronada libre,
sí de su corona esclava:
reina del manto hacia fuera,
del manto adentro, vasalla,
triste como la más triste
navega Cuba en su mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y agua.

Junto a la orilla del mar,
tú que estás en fija guardia,
fíjate, guardián marino,
en la punta de las lanzas
y en el trueno de las olas
y en el grito de las llamas
y en el lagarto despierto
sacar las uñas del mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y agua.

Nicolás Guillén


Ana Belén


miércoles, marzo 01, 2023

Pienso mesa y digo silla



Pienso mesa y digo silla,
compro pan y me lo dejo,
lo que aprendo se me olvida,
lo que pasa es que te quiero.

La trilla lo dice todo;
y el mendigo en el alero,
el pez vuela por la sala
el toro sopla en el ruedo.

Entre Santander y Asturias
pasa un río, pasa un ciervo,
pasa un rebaño de santas,
pasa un peso.

Entre mi sangre y el llanto
hay un puente muy pequeño,
y por él no pasa nada,
lo que pasa es que te quiero.

Gloria Fuertes


Juan Valderrama

Rafaria Montecristo

Gloria Fuertes


martes, febrero 28, 2023

Hombres necios que culpáis



Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis.

Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Queréis con presunción necia
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Tais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?

Mas entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y queja enhorabuena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?

¿Pues para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar
y después con más razón
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar

. Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

Sor Juan Inés de la Cruz


Juan Valderrama


lunes, febrero 27, 2023

Nadadora

Ciclista de Maruja Mallo. (Concha Méndez)

Imagen: Ciclista de Maruja Mallo (1927).
La modelo era Concha Méndez, amiga de Maruja.

Mis brazos:
los remos.

La quilla:
mi cuerpo.
Timón:
mi pensamiento.

(Si fuera sirena,
mis cantos
serían mis versos.)

Concha Méndez


Sheila Blanco



domingo, febrero 26, 2023

Suceso

Silvia Comes

Quiero que llegue, pero no deseo
acercarme a tu voz y no quemarme.
Echo a correr, sucede que me acerco,
huyo y me coso, río y me enveneno.

Canto y tu nombre se mezcla al estribillo,
bebo y me sabe todo a llanto tuyo.
Beso y me sabe a nada: no es tu boca.
Me distraigo y acuno con engaños.

Voy por las calles, tu tranvía me grita,
quiero dejarlo y se pega a mis dedos,
cierro la luz y vas y te apareces.
Digo pasó, y te encuentro en la puerta.

Gloria Fuertes


Silvia Comes


sábado, febrero 25, 2023

Muerto de amor



A Margarita Manso 

¿Qué es aquello que reluce
por los altos corredores?
Cierra la puerta, hijo mío,
acaban de dar las once.
En mis ojos, sin querer,
relumbran cuatro faroles.
Será que la gente aquella
estará fregando el cobre.

*

Ajo de agónica plata
la luna menguante, pone
cabelleras amarillas
a las amarillas torres.
La noche llama temblando
al cristal de los balcones,
perseguida por los mil
perros que no la conocen,
y un olor de vino y ámbar
viene de los corredores.

*

Brisas de caña mojada
y rumor de viejas voces,
resonaban por el arco
roto de la media noche.
Bueyes y rosas dormían.
Solo por los corredores
las cuatro luces clamaban
con el fulgor de San Jorge.
Tristes mujeres del valle
bajaban su sangre de hombre,
tranquila de flor cortada
y amarga de muslo joven.
Viejas mujeres del río
lloraban al pie del monte,
un minuto intransitable
de cabelleras y nombres.
Fachadas de cal, ponían
cuadrada y blanca la noche.
Serafines y gitanos
tocaban acordeones.
Madre, cuando yo me muera,
que se enteren los señores.
Pon telegramas azules
que vayan del Sur al Norte.
Siete gritos, siete sangres,
siete adormideras dobles,
quebraron opacas lunas
en los oscuros salones.
Lleno de manos cortadas
y coronitas de flores,
el mar de los juramentos
resonaba, no sé dónde.
Y el cielo daba portazos
al brusco rumor del bosque,
mientras clamaban las luces
en los altos corredores.

Federico García Lorca


Vicente Pradal

Ana Belén


viernes, febrero 24, 2023

Primer exilio



(La Junquera)

Carretera en huida,
cómo lloran los niños
junto a ese baúl, mundo
abierto en la cuneta.
Ya no hay sitio en la casa,
¿La única esta noche?

Un caballo se ha muerto
al borde del camino
y no lo han devorado
solamente las moscas.

Pronto llegará el día
con sus incertidumbres,
hay alguien que regresa
a lo que no se sabe.
Otros siguen caminos
Que nadie les señala.

Allá en la frontera
se alza una línea oscura.

(Recuerdo de Antonio Machado)

Hay un sabor a playa
que ronda por las calles
y los que no han dormido
sacuden de sus frentes
el olor del insomnio.

El trenecillo eléctrico
ha traído un puñado
de poemas recientes
y un trozo de paisaje
como tiernos obsequios.

¿Para qué las palabras?
Para vivir con ellas
y olvidar un momento
la muerte que nos busca.

(Le Boulou)

Y por fin un café,
sin prisas y sin miedo
pero una taza es poco
para tanta sed junta.

La gitana nos pide
monedas para un sello.
¿Escribir o llamar?
Brotan de todas partes
tarjetas, telegramas.

¿Y ahora qué, y hacia dónde?
Todavía hay quién mira
nervioso el cielo claro.

(A Antonio Rodríguez Luna)

Hoy habrá un frente menos
con su carga de heridos
y el tropel en huida
hacia un frente lejano.

Estrellas de otro cielo
cobijarán piadosas
sus soledades juntas.

¿Adónde vamos todos?

Ya no hay nadie en la aldea.
Un fusil de juguete
naufraga entre los charcos
y un carricoche cojo
cierra el largo desfile.

Ernestina de Champourcin


Sheila Blanco



jueves, febrero 23, 2023

No quiero







No quiero
que los besos se paguen
ni la sangre se venda
ni se compre la brisa
ni se alquile el aliento.

No quiero
que el trigo se queme y el pan se escatime.

No quiero
que haya frío en las casas,
que haya miedo en las calles,
que haya rabia en los ojos.

No quiero
que en los labios se encierren mentiras,
que en las arcas se encierren millones,
que en la cárcel se encierre a los buenos.

No quiero
que el labriego trabaje sin agua
que el marino navegue sin brújula,
que en la fábrica no haya azucenas,
que en la mina no vean la aurora,
que en la escuela no ría el maestro.

No quiero
que las madres no tengan perfumes,
que las mozas no tengan amores,
que los padres no tengan tabaco,
que a los niños les pongan los Reyes
camisetas de punto y cuadernos.

No quiero
que la tierra se parta en porciones,
que en el mar se establezcan dominios,
que en el aire se agiten banderas
que en los trajes se pongan señales.

No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de madre desfilen
con fusil y con muerte en el hombro;
que jamás se disparen fusiles
que jamás se fabriquen fusiles.

No quiero
que me manden Fulano y Mengano,
que me fisgue el vecino de enfrente,
que me pongan carteles y sellos
que decreten lo que es poesía.

No quiero amar en secreto,
llorar en secreto
cantar en secreto.

No quiero
que me tapen la boca
cuando digo NO QUIERO…

Ángela Figuera Aymerich


Juan Valderrama


miércoles, febrero 22, 2023

Roja, toda roja



Roja, toda roja vi siempre la vida;
como una inmensa hoguera
donde quemaba bien
mi pobre corazón, rojo también.

Todo rojo el camino,
todo rojo el sendero
a seguir
y el día a vivir.
y rojo el mundo entero.
Rojo de amor,
y de dolor
y de horror…

En ese vasto incendio
(brasa, flama, carbunclo),
que todo centelleante apareció,
en esa luminaria,
¿qué había de ser yo,
alma furtiva
y temeraria,
qué había de ser yo
sino una llama viva?

Elisabeth Mulder


Sheila Blanco



martes, febrero 21, 2023

Las manos



Siempre haciendo algo. ¿Por qué siempre estaremos haciendo algo las mujeres? En las manos no se ven los años sino los trabajos. ¡Ah, esas manos en movimiento siempre, accionando, existiendo solas más allá del cuerpo, obedeciendo al alma! Yo miro las manos, las vuelvo, las acaricio un poco para ver la blandura de su temperamento, les busco los nudos que les dejó la vida, la cicatriz del ansia, la desesperación, la credulidad, la amargura de sentirse traicionadas…
……¡Qué hermoso llamar palma a la mano abierta, al centro y corazón de la mano! Palma, lugar donde se van dibujando en la aguja imprevista de la existencia caminos, valles, senderos, ríos, lagos, silencios y algarabías. Te la doy por mujer.
……¡La mano! La ves sola, al decirte adiós, levantándose en el aire. Te la vas a llevar en los ojos. Cuando los cierres, esa mano quedará dentro de ti como signo de tristeza para siempre jamás.

María Teresa León




lunes, febrero 20, 2023

Elegía segunda



A Pablo de la Torriente, comisario político


"Me quedaré en España, compañero"
me dijiste con gesto enamorado
y al fin sin tu edificio tronante de guerrero
en la hierba de España te has quedado.

Nadie llora a tu lado:
desde el soldado al duro comandante,
todos te ven, te cercan y te atienden
con ojos de granito amenazante,
con cejas incendiadas que todo el cielo encienden.

Valentín el volcán que si llora algún día
será con unas lágrimas de hierro,
se viste emocionado de alegría
para robustecer el río de tu entierro.

Como el yunque que pierde su martillo,
Manuel Moral se calla
colérico y sencillo.

Y hay muchos capitanes y muchos comisarios
quitándote pedazos de metralla,
poniéndote trofeos funerarios.

Ya no hablarás de vivos y de muertos,
ya disfrutas la muerte del héroe, ya la vida
no te verá en las calles ni en los puertos
pasar como una ráfaga garrida.

Pablo de la Torriente,
has quedado en España
y en mi alma caído:
nunca se pondrá el sol sobre tu frente,
heredará tu altura la montaña
y tu valor el toro del bramido.

De una forma vestida de preclara
has perdido las plumas y los besos,
con el sol español puesto en la cara
y el de Cuba en los huesos.

Pasad ante el cubano generoso,
hombres de su brigada,
con el fusil furioso
las botas iracundas y la mano crispada.

Miradlo sosteniendo a los terrones
y exigiendo venganza bajo sus dientes mudos
a nuestros más floridos batallones
y a sus varones como rayos rudos.

Ante Pablo los días se abstienen ya y no andan.
No temáis que se extinga su sangre sin objeto,
porque éste es de los muertos que crecen y se agrandan
aunque el tiempo devaste su gigante esqueleto.


Miguel Hernández


Silvio Rodríguez


domingo, febrero 19, 2023

Susto en el comedor



A Pepín Bello

Eras rosa.
Te pusiste alimonada.

¿Qué intención viste en mi mano
que casi te amenazaba?

Quise las manzanas verdes.
No las manzanas rosadas...

alimonada...

(Grulla dormida la tarde,
puso en tierra la otra pata.)

Federico García Lorca


Atilio y los Alimonados

Rafael Alberti


Comentario sobre el poema de Rafael Martínez Nadal en su obra "Cuatro lecciones sobre Federico García Lorca" (Fundación Juan March 1980). Páginas 93 y 94.

sábado, febrero 18, 2023

Amor sin tedio



Tus piernas eran finas y tus pechos pequeños...
Todo tu encanto estaba en tus ojos sombríos;
tu enorme cabellera de luto me llenaba
de su cascada suave de raso entristecido.

Abrazados a mí, tus bracillos de niña
matemente morenos, pálidamente tibios
como tallos de rosa, retenían mi alma
para que respirara tu perfume divino...

La carne no fue gala de aquel amor sin tedio...
Tu desnudez suave era sólo un motivo
para que nuestras almas inmensas e inefables
se perdieran, soñando, en sus dos infinitos.

Juan Ramón Jiménez


José María Vitier / Luis Eduardo Aute


viernes, febrero 17, 2023

Cerraron sus ojos. (Rima LXXIII)



Cerraron sus ojos
que aún tenía abiertos,
taparon su cara
con un blanco lienzo,
y unos sollozando,
otros en silencio,
de la triste alcoba
todos se salieron.

La luz, que en un vaso
ardía en el suelo,
al muro arrojaba
la sombra del lecho,
y entre aquella sombra
veíase a intérvalos
dibujarse rígida
la forma del cuerpo.

Despertaba el día,
y a su albor primero
con sus mil ruidos
despertaba el pueblo.
Ante aquel contraste
de vida y misterio,
de luz y tinieblas,
yo pensé un momento:

- ¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!!

De la casa en hombros
lleváronla al templo,
y en una capilla
dejaron el féretro.
Allí rodearon
sus pálidos restos
de amarillas velas
y de paños negros.

Al dar de las Ánimas
el toque postrero,
acabó una vieja
sus últimos rezos,
cruzó la ancha nave,
las puertas gimieron,
y el santo recinto
quedóse desierto.

De un reloj se oía
compasado el péndulo
y de algunos cirios
el chisporroteo.
Tan medroso y triste,
tan oscuro y yerto
todo se encontraba,
que pensé un momento:

- ¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!!

De la alta campana
la lengua de hierro
le dio volteando
su adiós lastimero.
El luto en las ropas,
amigos y deudos
cruzaron en fila
formando el cortejo.

Del último asilo,
oscuro y estrecho,
abrió la piqueta
el nicho a un extremo:
allí la acostaron,
tapiáronle luego
y con un saludo
despidióse el duelo.

La piqueta al hombro
el sepulturero,
cantando entre dientes,
se perdió a lo lejos.
La noche se entraba,
el sol se había puesto.
Perdido en las sombras
yo pensé un momento:

- ¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!!

En las largas noches
del helado invierno,
cuando las maderas
crujir hace el viento
y azota los vidrios
el fuerte aguacero,
de la pobre niña
a veces me acuerdo.

Allí cae la lluvia
con un son eterno;
allí la combate
el soplo del cierzo.
Del húmedo muro
tendida en el hueco,
¡acaso de frío
se hielan sus huesos...!

¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuela el alma al cielo?
¿Todo es sin espíritu
podredumbre y cieno?
No sé; pero hay algo
que explicar no puedo,
algo que repugna,
aunque es fuerza hacerlo,
¡a dejar tan tristes,
tan solos los muertos!

Gustavo Adolfo Bécquer


Amancio Prada

Calixto Sánchez



jueves, febrero 16, 2023

Dolor y gozo



Este dolor y gozo que he sentido
es fiel reflejo de mi extraño amor:
que es un placer con mezcla de dolor
y es un dolor que lleva al gozo unido.

Yo hubiera en el momento aquel querido
arrojarme en sus brazos sin temor,
y del dolor y gozo en el temblor
sobre su corazón haber gemido.

Llanto a un tiempo de pena y de alegría:
pena, porque en el alma me dolía
esa culpa de amor que cometí;

gozo, porque en la misma culpa mía
mi feminidad toda le ofrecía,
y con dolor y gozo se la di.

Pilar de Valderrama


Sheila Blanco



miércoles, febrero 15, 2023

Por una mirada, un mundo. (Rima XXIII)



Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... ¡Yo no sé
qué te diera por un beso!

Gustavo Adolfo Bécquer


Amancio Prada

Benito Moreno


martes, febrero 14, 2023

Por la verde, verde oliva



Por la verde, verde oliva
y el verde, verde limón,
llegaron los ojos negros
que te embrujaron de amor.
por la verde, verde oliva
y el verde, verde limón.
La sombra color cuchillo
que da el arco de una puerta
cobijaba a una mujer
en largas horas de espera.
El cielo es azul añil
de pincelada violenta,
mientras la cal en el patio
de blancura reverbera.
La calle arriba y abajo
la blanca Muerte pasea
con la guadaña en el hombro
y en la boca una azucena.
Por la verde, verde oliva
y el verde, verde limón,
se acercan los ojos negros
con un hechizo de amor.
Por la verde, verde oliva
y el verde, verde limón.
Llega y abraza con furia
a la mujer deseada
y le da en el corazón
el hielo de las entrañas.
Los martillazos del pecho
la van poniendo amarilla,
las piernas se le desmayan
y le amarga la saliva.
Enroscándose ella misma
el cuerpo de la culebra,
dice con voz de martirio
y al mismo tiempo de entrega.
Yo he visto unos ojos negros
en una cara morena,
si no han de ser para mí
que se los coma la tierra.
Por la verde, verde oliva
y el verde, verde limón,
ya se van los ojos negros
arrastrando un corazón.
Por la verde, verde oliva
y el verde, verde limón.
Margarita Ferreras


Sheila Blanco



lunes, febrero 13, 2023

Versos de otoño



Programado para que se reproduzca automáticamente entre el minuto 17:14 y el 22:09 correspondientes a la interpretación de la "Canción de otoño" que se corresponde con este poema "Versos de otoño" publicado por Rubén Darío en su poemario "El canto errante" de 1907.

Cuando mi pensamiento va hacia ti, se perfuma;
tu mirar es tan dulce que se torna profundo.
Bajo tus pies desnudos aún hay blancor de espuma,
y en tus labios compendias la alegría del mundo.

El amor pasajero tiene el encanto breve,
y ofrece un igual término para el gozo y la pena.
Hace una hora que un nombre grabé sobre la nieve;
hace un minuto dije mi amor sobre la arena.

Las hojas amarillas caen en la alameda,
en donde vagan tantas parejas amorosas.
Y en la copa de Otoño un vago vino queda
en que han de deshojarse, Primavera, tus rosas.

Rubén Darío


José María Vitier / Pablo Milanés


domingo, febrero 12, 2023

T'introduire dans mon historie



La vida a veces es tan breve
y tan completa que un minuto
—cuando me dejo y tú te dejas—
va más aprisa y dura mucho.

La vida a veces es más rica.
Y nos convida a los dos juntos
a su palacio, entre semana,
o los domingos a dar tumbos.

La vida entonces, ya se cuenta
por unidades de amor tuyo,
tan diminutas que se olvidan
en lo feliz, en lo confuso.

La vida a veces es muy poco
y tan intensa —si es tu gusto—
Hasta el dolor que tú me haces
da otro sentido a ser del mundo.

La vida, luego, ya es nosotros
hasta el extremo más inmundo.
Porque quererse es un castigo
y es un abismo vivir juntos.

Jaime Gil de Biedma


Mª Dolores Pradera y José Carreras

Silvia Comes y Lidia Pujol

Alejandro Martínez

Jaime Gil de Biedma


sábado, febrero 11, 2023

Romance de la hermana cautiva



(Versión Olga y Los Ministriles)

 En los montes más oscuros
que tiene La Morería
lavaba una mora guapa
lavaba una mora linda.

Y vio en ella un caballero
que estas palabras decía:
— Apártate mora guapa
apártate mora linda.

Que va a beber mi caballo
agua clara y cristalina.
— No soy mora, caballero
que son cristiana cautiva.

Me cautivaron los moros
el día de Pascua Florida.
— ¿Te quieres venir conmigo
a los montes de La Oliva?

— Y mi honra caballero
¿dónde yo la metería?
— En la punta de mi espada
y en el corazón metida.

Al subir aquellos montes
la mora llora y sufría
— ¿Por qué lloras mora guapa?
¿Por qué lloras mora linda?

— Lloro porque en estos montes
mi padre a cazar venía,
y a mi hermano Bernabé
de compañero traía.

Creyendo traer esposa
traigo a mi hermana cautiva.
— Abra usted la puerta madre,
que aquí le traigo a su hija.

(Versión Amancio Prada)

Una tarde de verano
pasé por la morería
y vi a una mora lavando
al pie de una fuente fría.

Yo le dixe: — Mora bella.
Yo le dixe: — Mora linda,
dexa beber mis caballos
de esas aguas cristalinas.

— No soy mora, caballero,
que soy cristiana cautiva,
que me cautivaron moros
cuando yo era chiquitita.

— Si querés venir conmigo,
a León te llevaría.
— ¿Y las ropas, caballero?
— Por el río baxarían.

Por los campos que pasaba
la mora llorando iba:
— ¿Por qué lloras, mora bella?,
¿por qué lloras, mora linda?

— Lloro porque en estos campos
mi padre a cazar venía
con mi hermanito Alejandro,
y toda su compañía.

— Abrid puertas y ventanas,
balcones y celosías,
que por traer una esposa
traigo yo a una hermana mía.

 
 
 
 



Anónimo


Olga y los Ministriles

Amancio Prada y Mª José Cordero

Los Collacios

Grupo Cultural Xana de Perlora, Asturias


viernes, febrero 10, 2023

Más vale trocar



Más vale trocar
plazer por dolores,
que estar sin amores.

Donde es gradecido
es dulce el morir;
bivir en olvido,
aquél no es bivir:
mejor es sufrir
passión y dolores,
que estar sin amores.

Es vida perdida
bivir sin amar,
y más es que vida
saberla emplear:
mejor es penar
sufriendo dolores,
que estar sin amores.

La muerte es vitoria
do bive afición,
que espera aver gloria
quien sufre passión:
más vale presión
de tales dolores,
que estar sin amores.

El ques mas penado
mas goza de amor,
quel mucho cuydado
le quita el temor:
assí ques mejor
amar con dolores
que estar sin amores.

No teme tormento
quien ama con fe,
si su pensamiento
sin causa no fue:
aviendo por qué
más valen dolores,
que estar sin amores.

Amor que no pena
no pida plazer,
pues ya le condena
su poco querer:
mejor es perder
plazer por dolores,
que estar sin amores.

Juan de la Encina


Coral Hespérion. Dirección: Jordi Savall


jueves, febrero 09, 2023

Casida de la rosa



La rosa
no buscaba la aurora:
Casi eterna en su ramo
buscaba otra cosa.

La rosa
no buscaba ni ciencia ni sombra:
Confín de carne y sueño
buscaba otra cosa.

La rosa
no buscaba la rosa:
Inmóvil por el cielo
¡buscaba otra cosa!

Federico García Lorca


Carlos Cano

Atilio y los Alimonados

Chavela Vargas

Magalí Datzira


miércoles, febrero 08, 2023

Pita




Pulpo petrificado.

Pones cinchas cenicientas
al vientre de los montes,
y muelas formidables
a los desfiladeros.

Pulpo petrificado.

Federico García Lorca


Atilio y los Alimonados


martes, febrero 07, 2023

Cortaron tres árboles



A Ernesto Halffter

Eran tres.
(Vino el día con sus hachas.)
Eran dos.
(Alas rastreras de plata.)
Era uno.
Era ninguno.
(Se quedó desnuda el agua.)

Federico García Lorca


Daniel Viglietti