Ni abomino del mundo por sistema
ni invierto en los entuertos que desfago.
El aire que respiro es un problema
que no tienen los muertos. Cara pago
la prórroga roñosa de la vida
con su ya, su enfisema, su albedrío,
sus postres con tufillo a despedida,
sus álamos, su prótesis, su río.
De pie sigo, lo digo sin orgullo
pero con garapullos de cobarde
que todo espera porque nada es suyo:
el sabotaje de las utopías,
la amnistía que llega mal y tarde,
el chantaje de las radiografías.
Joaquín Sabina
Miguel Ríos y Leiva. Música: Pedro Guerra