Si no fueran ciegos
nos verían esta luz que habita en nuestro pecho.
Hijo, abrígate bien. Y ponte la bufanda.
No vayas a coger alguna bala en los pulmones.
Que no está el tiempo bueno todavía.
Llegará el tiempo
de los hombres desnudos,
madre,
y ¡ay de los que entonces
no tengan nuestra luz dentro del pecho!
Ay de los oscuros.
Se morirán podridos de su noche.
Pero mientras llega el verano,
cuando salgas,
tú abrígate bien el pecho, hijo mío.
No vayas a coger alguna bala en los pulmones.
Que no está el tiempo bueno todavía.
Jesús López Pacheco
Luis Pastor
1 comentario:
La cruda realidad.
Un fuerte abrazo.
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