Cuando decimos las cosas
sin darnos cuenta al tuntún
como palabras ociosas
y sin sentido común
al son del aire y del fuego
como leña que crepita
o como palo de ciego
en la música infinita
de la voz humana muda
ante el abismo de ser
entonces no cabe duda
el verbo se hace mujer
Estamos hablando en plata
o en oro según se entienda
El poeta mete la pata
pero nos quita la venda
Carlos Edmundo de Ory
Fernando Polavieja
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