Llegan
y se van sin hacer ruido
–como buenos
clientes–,
luego el tiempo los confunde
en la memoria,
y ya ni sabes
si aquel lunes era jueves
o al revés.
Que no te engañen,
no son tan poca cosa
como parecen:
suelen poder
con el amor.
Karmelo C. Iribarren
Vicente Llorente
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