miércoles, septiembre 07, 2016

Murió al amanecer




Noche de cuatro lunas
y un solo árbol,
con una sola sombra
y un solo pájaro.

Busco en mi carne las
huellas de tus labios.
El manantial besa al viento
sin tocarlo.

Llevo el No que me diste,
en la palma de la mano,
como un limón de cera
casi blanco.

Noche de cuatro lunas
y un solo árbol.
En la punta de una aguja
está mi amor ¡girando!

Federico García Lorca

Marta Gómez

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena poesía 10/10