Paséabase el rey moro
por la ciudad de Granada,
desde la puerta de Elvira
hasta la de Vivarrambla.
Cartas le fueron venidas
cómo Alhama era ganada.
¡Ay de mi Alhama!
Por el Zacatín arriba
subido había a la Alhambra;
mandó tocar sus trompetas,
sus añafiles de plata,
porque lo oyesen los moros
que andaban por el arada.
¡Ay de mi Alhama!
Allí habló un viejo alfaquí,
la barba bellida y cana:
-¿Para qué nos llamas, rey,
a qué fue nuestra llamada?
-Para que sepáis amigos,
la gran pérdida de Alhama.
¡Ay de mi Alhama!
Anónimo
(Otra versión de este romance)
Paco Ibáñez
Antonio Portanet
2 comentarios:
Bellisima tragedia de un rey...hecha poesia musical. Una joya
IMPRESIONANTE POEMA Y MUSICA. ME GUSTA MAS LA INTERPRETACION DE PORTANET
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