Mozuelas las de mi barrio,
loquillas y confiadas,
mirad no os engañe el tiempo,
la edad y la confianza.
No os dejeis lisonjear
de la juventud lozana,
porque de caducas flores
teje el tiempo sus guirnaldas.
¡Que se nos va la Pascua, mozas!
¡Que se nos va la Pascua!
Yo sé de una buena vieja
que fue un tiempo rubia y zarca,
y que al presente le cuesta
harto caro el ver su cara,
porque su bruñida frente
y sus mejillas se hallan
más que roquete de obispo
encogidas y arrugadas.
¡Que se nos va la Pascua, mozas!
¡Que se nos va la Pascua!
Y sé de otra buena vieja
que un diente que le quedaba
se lo dejó este otro día
sepultado en unas natas;
y con lágrimas le dice:
Diente mío de mi alma.
yo sé cuando fuiste perla,
aunque ahora no sois nada.
¡Que se nos va la Pascua, mozas!
¡Que se nos va la Pascua!
Por eso, mozuelas locas,
antes que la edad avara
el rubio cabello de oro
convierta en luciente plata,
quered cuando sois queridas,
amad cuando sois amadas;
mirad, bobas, que detrás
se pinta la ocasión calva.
¡Que se nos va la Pascua, mozas!
¡Que se nos va la Pascua!
Luis de Góngora
Paco Ibáñez
1 comentario:
"Mientras por competir con tu cabelllo" tiene una interesante versión de Enrique Morente. Un saludo.
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