Ser en la vida romero,
romero solo que cruza
siempre por caminos nuevos;
ser en la vida
romero,
sin más oficio, sin otro nombre
y sin pueblo...
ser en la vida
romero... romero... sólo romero.
Que no hagan callo las cosas
ni en el alma ni en el cuerpo...
pasar por todo una vez,
una vez sólo y ligero, ligero, siempre ligero.
Que no se acostumbre el pie
a pisar el mismo suelo,
ni el tablado de la farsa,
ni la rosa de los templos,
para que nunca recemos
como el sacristán
los rezos,
ni como el cómico
viejo
digamos
los versos.
La mano ociosa es quien tiene
más fino el tacto en los dedos,
decía Hamlet a Horacio,
viendo
cómo cavaba una fosa
y cantaba al mismo tiempo
un
sepulturero.
-No
sabiendo
los oficios
los haremos
con
respeto - .
Para enterrar
a los muertos como debemos
cualquiera sirve, cualquiera...
menos un sepulturero.
Un día todos sabemos hacer justicia;
tan bien como el rey hebreo,
la hizo
Sancho el escudero
y el villano
Pedro Crespo...
Que no hagan callo las cosas
ni en el alma ni en el cuerpo...
pasar por todo una vez,
una vez sólo y ligero, ligero, siempre ligero.
Sensibles
a todo viento
y bajo
todos los cielos,
Poetas,
nunca cantemos
la vida
de un mismo pueblo,
ni la flor
de un solo huerto ...
Que sean todos
los pueblos
y todos
los huertos nuestros.
León Felipe
Recitado por el propio autor
Evoéh
3 comentarios:
Dios mío, ¡qué poema más hermoso!
Ser en la vida romero...Es cierto,no apegarnos a nada. Todo es tan efímero. Este poema sirve para un retiro espiritual.¡Ay de nosotros si somos víctimas de la monotonía en el hacer!
Por eso, sólo por eso:
lleva poca carga y a nada te aferres
Para que puedas volar bajo, muy bajo;
ya que si caes, no te duela la caída.
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